Javier Félix: "debemos desmontar el mito tan dañino del heroísmo individual"
- Liceo Magazine
- 23 abr 2022
- 11 Min. de lectura
Conversamos con el artista colombiano quien participa ésta semana en el London Art Fair 2022.

Javier Félix es probablemente el artista con más entradas en Liceo Magazine. Lo conocimos en Drawing Room Madrid 2021 y desde entonces hemos seguido su obra y coincidido con él allá donde se presente. Ya podemos decir que es un amigo de la casa. Sin embargo, irónicamente, no habíamos podido concretar ésta entrevista hasta ahora, en el marco del London Art Fair 2022 donde expone su obra desde el 21 hasta el 24 de Abril. Un momento más que oportuno, ya que coincide además con los inicios de la celebración de nuestro quinto aniversario. Javier, supongo que es verdad que lo bueno se hace esperar, o como dirían los abuelos en Latinoamérica "El tiempo de Dios es perfecto"... la entrevista coincide con el London Art Fair, con el inicio de nuestro quinto aniversario... ésta selección no podría ser mejor curada porque toda tu obra es una celebración de vida con todos sus altas y bajas. En tu obra hay sexo, peleas, juegos, tragedia, comedia… Sí, primeramente mi trabajo está calado por una suerte de percepción “animista” del Universo. Quiero atravesar las formas, los cuerpos y los objetos con “líneas de vida”: núcleos que palpitan, madejas de fibras, tejidos y arborescencias óseas, todo esto a modo de “golems”: seres de materia inerte que cobran vida a través de un ritual artístico que amalgama una diversidad de materiales y técnicas.

“El sexo, el juego, la tragicomedia, lo ridículo y absurdo…” todo esto forma parte de la experiencia vital. Me interesa mucho repensar las raíces del mito, visto como tránsito entre planos, con seres de una dimensión empujados a otro plano, a otra dimensión que no les era propia y que consiguientemente les transforma, los cambia… Son humanos en el sentido en que manifiestan aspectos de lo humano y de la experiencia humana, pero en un espectro más amplio son mutantes: seres híbridos en constante transformación… cuerpos arrastrados hacia un remolino de fuerzas que los descomponen y moldean, los mezcla, disloca y a veces recompone en formas impensadas.

En cada obra o instalación tú recreas un miniuniverso 3-D del que realmente como espectador sientes que formas parte, y que además puedes "alterar", hacer tuyo. Algo bastante opuesto a la usual obra de arte "intocable"... Así es…para mi es muy cercano el universo del juego. Crecí en un hogar donde se diseñaban juegos educativos y estuve rodeado de piezas de madera, “mecanos”, puzzles… esto sin duda alguna ha marcado mi trabajo. Me acerco al trabajo artístico con una actitud que podríamos llamar “lúdica” y muchas de mis obras se componen a través de un número indeterminado de piezas y bloques para armar. Me interesa siempre tener disponibles muchas variables - versiones, digamos- sobre una misma obra, para lo que me sirvo muchas veces del recurso del ensamblaje. De allí que esto se traduzca en una especie de “movilidad” intrínseca, con obras que se pueden recomponer, alterar, mover…y que en ese sentido siempre están “inacabadas” o las “acaba” el observador. Esto se consigue de manera más eficiente y patente con la instalación, en donde el medio de por sí permite una recomposición del trabajo dictada por el espacio…también como algo muy lúdico.

El año pasado ocupaste el #1 en nuestra selección de lo mejor de la Semana del Arte de Madrid, con una obra quizá más oscura. ¿Qué ocurrió éste año que cambiaste tan rápidamente a ésta explosión de color? Mi trabajo transita mayormente en la órbita de lo experimental; esto hace que el cambio y la transformación sea el motor primario, dejando el estilo en un segundo plano -aunque siga siendo importante- es, a grandes rasgos, un residuo y subproducto del experimento como tal. Dicho de otro modo: el estilo no es mi fin… es quizás una preocupación secundaria en el sentido en que es un producto residual, un subproducto que se obtiene inevitablemente con el acercamiento que se haga a un material o un concepto. En mi trabajo es prioritaria la flexibilidad, el experimento: abrir posibilidades y expandir un vocabulario plástico en la búsqueda de variables, dejando en un plano secundario la reiteración de una “manera de hacer“ predeterminada…

El cambio en el uso del color que mencionas responde a esta misma cuestión: fue el resultado de una serie de experimentos pictóricos que desarrollé para mi exposición individual con Perve Galería a finales del 2021. Buscábamos entonces dar respuesta a una figuración puramente pictórica en donde la forma, el color y el plano eran los elementos principales vía el neoexpresionismo, la obra tardía de Matisse y en gran medida los murales y textiles precolombinos (Bonampak como ejemplo de lo primero y Paracas de lo segundo, etc…) que asoman su influencia aquí y allá a lo largo de esa serie. La instalación creada para Art Madrid (ahora en London Art Fair) es la consecuencia lógica de estos experimentos, viéndose incluso exacerbados en la intención de comunicar esa “celebración a la vida” -que mencionaste antes- con mucha energía e intensidad. Queríamos dar a Madrid una fiesta, un carnaval que marcase el fin de la pandemia… El título “Es un Buen Día para Vivir” engloba esa percepción positiva, festiva y vitalista que queríamos compartir en el stand.

En aquella selección (Lo mejor de la Semana del Arte de Madrid) compartiste el crédito con Iván Villalobos e incluso Cruzeiro Seixas en una colaboración asombrosa y muy poco vista en el mundo de las artes plásticas donde la gloria del artista es tan personal, háblanos y cuéntanos de ésta experiencia y lo que eso significó para tí. Algunos años atrás -por el 2018, si mal no recuerdo- coincidimos en Lisboa con Iván y gracias a Carlos Cabral tuvimos el enorme privilegio de visitar, conversar y tomar una copa con el maestro surrealista Cruzeiro Seixas. Fue una visita breve que sin embargo nos marcó profundamente. De alguna manera vimos en Cruzeiro Seixas una especie de faro…un monumento viviente, testimonio de una vida dedicada al perfeccionamiento de la expresión artística. Decir que hacer una colaboración conjunta con su obra fue para nosotros un honor, es quedarse corto… fue al mismo tiempo un punto de partida y puerto de llegada: una meta alcanzada que abría- a su vez- nuevos caminos. En cuanto al trabajo in situ entre Ivan y yo fue una cosa bastante fluida…primeramente porque somos amigos cercanos, de la misma edad y con muchas afinidades (en gustos musicales, por ejemplo) y eso facilitó que pudiéramos hacer algo tan complejo y “difícil” -como bien dices- en lo tocante al manejo de personalidades y protagonismos, aunque fuera esta la primera vez que trabajábamos juntos. De una manera muy natural conseguimos la integración de nuestras maneras tan diferentes de trabajar y entender el arte, sin mayores tropiezos. Sin duda alguna, a la base de esta “fluidez” está la comunicación y capacidad para el aprendizaje mutuo y la muy apreciada dirección de Carlos Cabral como mediador y orquestador de la intervención como comisario. En resumen, fue una experiencia maravillosa y de gran aprendizaje.

¿Te inquieta repetir esa experiencia de colaboración con otros artistas?, y en tal caso, ¿con quién te gustaría crear algo? Sinceramente no me inquieta, aunque sí conlleva un esfuerzo adicional el trabajo colaborativo … más aún cuando es en vivo, abierto al público. No podría dar nombres en este momento pero sí decir que me llama mucho la atención la posibilidad de trabajar con otras personas y no solamente con personas que trabajan dentro de las disciplinas artísticas; me gustaría, por ejemplo, buscar intersecciones con el mundo de la moda y la arquitectura…creo que es importante sumar e integrar disciplinas. El arte contemporáneo es un territorio fértil para la interconexión interdisciplinar.
De hecho, como decíamos, es ideal hablar de tu trabajo en nuestro contexto de aniversario porque tú obra ya es una intersección entre diferentes disciplinas artísticas: pintura, escultura, instalación... verte trabajar es como ver a un niño inquieto, jugando, descubriendo la vida...
Bueno, primeramente felicidades por este quinto aniversario... agradezco mucho hacer parte de esta celebración tan especial. Hay algo que desde hace muchos años me ha intrigado y es esta idea de “límite” entre las técnicas y los medios con los cuales que me gusta trabajar ¿En qué momento un dibujo deja de serlo para transformarse en pintura? ¿Cuándo la integración de un elemento transforma un plano pictórico en algo “escultórico”? y así mismo, ¿Cuándo la acumulación de un número de obras pasa de ser una simple “acumulación” para ser entendida como ensamblaje o instalación? ¿Son esos límites una cuestión de técnica o más bien de la mirada? Me obsesiona especialmente el umbral entre “idea” y “boceto”. Sobre esto último, me gustan mucho los nombres que daban los artistas italianos al arte del boceto en los siglos XVI y XVII: “Prima Idea”, “Primo Pensiero” o “Prima Intenzione”: es la imagen como idea y la idea como imagen…el pensamiento que adquiere “espesor”, se materializa y resulta inseparable de aquello que no es dimensional… es el tránsito, el proceso que lleva de lo invisible a lo visible.

Gran parte de mi trabajo consiste en hacer esas preguntas (no necesariamente responderlas) e intentar borrar esos límites formales entre las técnicas haciendo obras híbridas, en donde tienen cabida una variedad de técnicas, medios y también de materiales: madera, metacrilato, papel, objetos encontrados, plástico, etcétera. También busco trabajar con materiales para los cuales no hay una técnica específica y debo procurar estrategias, inventar técnicas nuevas para resolver la imagen. Esta hibridación responde- o mas bien redobla- en mi intención de presentar una obra preocupada por el mestizaje, no en un sentido meramente cultural (o incluso étnico, que es lo más superficial)…quiero principalmente ahondar ese concepto y plantarlo en el orden de la creatividad: el mestizaje como ingenio adaptativo, como estrategia creativa y como dispositivo transversal que eventualmente puede reconciliar pulsiones diametralmente opuestas. Me preocupa la creatividad y por lo tanto desbloquear aquello que impide crear. La alternancia entre fusión, mezcla y deconstrucción son herramientas para ese fin: el “solve et coagula” de mi alquimia artística personal. ¿Y en ésta constante exploración, qué otras disciplinas te gustaría abarcar? O que quizá hayas trabajado pero en la que te gustaría profundizar. Aparte de las artes plásticas he tenido un largo romance con la palabra escrita, especialmente la poesía (hace muchos años -el siglo pasado- me dedique a escribir e incluso publiqué alguna poesía en la revista “Ploughshares” de Boston). También me interesa la animación y el video…quizás a futuro se integrará esto en el proceso artístico, siempre y cuando guarde coherencia con mi proceso… de momento tengo mucho que resolver en el lenguaje plástico propiamente dicho.

Por cierto, ya que hablamos de que verte trabajar es como ver a un niño experimentando... ¿Cómo fue que ese "niño colombiano" terminó en España y representado, además, por una galería portuguesa? Quizás no fui demasiado diferente de otros niños latinoamericanos. Tuve la fortuna de tener padres profesionales (padre pedagogo y madre psicóloga): personas que pensaron siempre que lo más importante para dar a sus hijos era la educación. En el colegio siempre estaba dibujando en los cuadernos -y como dice mi padre- me la pasaba “echando globos”. Como colombiano, estoy ineludiblemente marcado por un ambiente turbulento, duro, deshumanizado por la guerra… La cotidiana “devaluación de la vida” marcó mi interés por expresar vitalidad, por la vida en dignidad, por la idea del cuerpo (tan animal y tan humano) como valor inalienable y como celebración de la existencia… por el “buen vivir”, como dicen los Quechuas y Aymaras de Perú y Bolivia… y por supuesto, a propósito de lo anterior, no se puede negar el privilegio enorme de haber nacido en un país multiétnico y multicultural con un pasado milenario vivo y con un arte ancestral lleno de color, de historias y filosofías de vida que han nutrido mi visión particular hasta la saciedad.

…Y bien, ¿cómo llegué a España? Digamos, para resumir, que me arrastró el viento y yo no me resistí, simplemente me dejé llevar… Portugal vino después, conocí a Carlos Cabral (director de Perve) en una feria en la que yo participaba como artista independiente… yo había montado algunas obras pequeñas y una instalación más grande con acrílicos transparentes. Él apareció de repente (pocos minutos antes del cierre de la feria), compartimos teléfonos y bueno, aquí estamos trabajando juntos tres años más tarde. Ahora vivo arropado con dos banderas (o tres, porque Portugal para mí es una patria artística) con todo lo que eso implica a nivel cultural, histórico e identitario…Tengo una “identidad cultural” múltiple, brotada del mar y del azar. Y ahora desde éste lado del mundo, cómo ves la escena del arte contemporáneo en tu país. ¿Qué artistas colombianos sigues? Bueno, llevo fuera del país cerca de 20 años y en ese espacio solamente he visitado intermitentemente…No obstante, hay varios artistas colombianos jóvenes que tienen una obra muy emocionante y he visto a través de las redes como es el caso de Edwin Sanchez, el pintor Juan David Laserna o el multifacético artista Mauro Benavidez, otro expatriado colombiano en España; Otros artistas de generaciones anteriores que me han marcado y pienso que no han perdido validez en el panorama del arte contemporáneo global son: María Teresa Hincapíe, Antonio Caro, Nadín Ospina, Doris Salcedo y el gigante Luis Caballero.

Por cierto, ya que nombraste a Carlos Cabral Nunes... siempre te hemos visto trabajar de una manera muy cercana, orgánica él... háblanos un poco de ésta colaboración. En LICEO cada vez estamos más interesados en la relación artista-comisario, que no siempre es muy tomada en cuenta. Así es. Bueno, primero hay que decir que Carlos también es artista: dibuja, pinta, hace video y fotografía… es importante también resaltar que viene del mundo de la música. “Perve” es el nombre del grupo de rock experimental que lideró como vocalista conjuntamente con Nuno Espinho da Silva, otro director de la galería, músico y artista. Esto es importante porque Perve tiene una dinámica de trabajo con sus artistas que es similar -o que podría equipararse, guardando las respectivas distancias- al trabajo en tándem de un sello discográfico o una productora con los músicos que representan. Esa fibra artística de Carlos permite que hablemos el mismo lenguaje o que pocas palabras sean suficientes para entender algo complejo… nuestras sensibilidades, aunque dispares, se complementan. Cuando trabajamos para una exhibición somos un equipo. No es algo muy común que un comisario asuma la curaduría con ese grado de disciplina, mimo y dedicación, pero es algo muy patente y evidente en como Carlos asume su rol de comisario de manera apasionada. Y efectivamente, su proceso curatorial se ha articulado con mi producción artística de una manera muy orgánica, complementaria. Una cosa que me gusta mucho de trabajar con él es su altísimo nivel de exigencia. Es algo que me ha empujado a dar más, a apuntar más alto, a intentar obras más ambiciosas y en resumen a no conformarme, estancarme o amoldarme a la comodidad de repetir fórmulas “exitosas”. En resumen, trabajar con Carlos es motivante, es una persona cuyos aportes al trabajo conjunto son generosos e invaluables.

Finalmente, Javi, en tu trabajo definitivamente parece que no hay cabida para el ego: colaboras con otros artistas, escuchas atentamente a tus comisarios, invitas al espectador a jugar con tu obra. ¿Qué papel juega entonces el ego al momento de tu creación?
Bueno, quizás esto no tenga que ver con el ego, ni quiero pecar de falsa modestia… sencillamente creo que debemos desmontar el mito tan dañino del heroísmo individual y marchar en una dirección que nos permita conseguir y/o conservar logros culturales colectivos. Por otro lado, creo que es evidente que el arte siempre ha sido un esfuerzo colectivo. Sin rebuscar demasiado y con un ejemplo fácil miremos a Van Gogh, ampliamente idealizado como aquel gran “outsider”, aislado del mundo… sin embargo, convivió con Gauguin, trabajaron juntos y se influyeron mutuamente…también sostuvo una copiosa correspondencia con otros artistas como Emile Bernard… y claro, con su hermano Theo, exitoso marchante de arte en Paris, quien le orientaba, apoyaba económicamente y quien le acercó al arte más puntero de su generación. Su obra se debe a esta suma de factores. Hay que desmontar el mito del “genio auto-forjado”. Debemos a la Historia del Arte y principalmente a las idealizaciones del Renacimiento el hincapié que se hizo en la figura del artista como individuo recortado del mundo, dotado de un aura heroica: un ser que todo lo puede y cuya creatividad empieza y termina en sí mismo, a modo de “Pancrator/Alfa y Omega”. Pienso que eso es un malentendido y reduccionismo puro y duro. Quiero decir simplemente que detrás de toda obra hay una amalgama de fuerzas, deseos, tradiciones y mentalidades diferentes que confluyen para exista eso que llamamos “obra de arte”. Por esto digo que la obra es un conglomerado de factores que exceden al individuo como tal.
Respecto a mis obras, intento concebirlas dentro de un sistema abierto; de nuevo, como amalgama y conglomerado de factores: un ecosistema muy complejo más allá de mi percepción limitada e individual. Tomo en consideración esas otredades que conforman la totalidad de engranajes de una gran “fábrica” metafórica a la que yo sirvo -quizás solamente- como sistema nervioso y mano ejecutora.
Tengo plena conciencia de la influencia que otros artistas han tenido en mi proceso; debo mucho a los maestros que guiaron mi camino de formación en Bellas Artes. Escucho muchas voces, veo muchas cosas, leo, me encantan los museos y la Historia del Arte… muchas veces también entablo diálogos con la obra de otros artistas a través de la mía... pero claro, también hay que decir -para matizar- que siempre busco una coherencia con la voz propia. Como artista he dedicado años de trabajo y formación para poder escuchar sin interferencias a mi “intuición” e ineludiblemente, la coherencia con un proceso que inicié hace décadas es la única base sobre la que puedo continuar creando.

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