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Saeed Hani: el Príncipe de Siria

  • Foto del escritor: Liceo Magazine
    Liceo Magazine
  • 23 ene 2018
  • 3 Min. de lectura

El bailarín sirio Saeed Hani cuenta en exclusiva para Liceo Magazine su historia, la aventura de su vida, sus sueños y sus logros; un poco de arte, luz y alegría entre las desgarradoras historias que nos llegan desde aquél país.

Maharda es (era) un hermoso pueblo al norte de Siria, con una gran herencia grecorromana. La mayoría de sus habitantes se habían dedicado principalmente a la agricultura, aunque no por ello tenían un bajo nivel educativo. Los lugareños, por el contrario, tenían un alto acceso a la educación y un gran nivel cultural.

"Desde muy pequeño, tuve acceso a Internet y con él a YouTube, - recuerda Saeed - gracias a lo cual descubrí la danza y comencé a seguir a bailarines que me servían de inspiración. Bailar se convirtió en el motor de mi vida. El cuerpo humano era algo que estaba descubriendo, se me hacía maravilloso. También comencé a apreciar la desnudez como símbolo de libertad. Cuando estás desnudo sólo eres un ser humano, sin uniformes, sin ropas que te encasillen entre una tribu u otra".

A diferencia del resto del país, Maharda es (era) principalmente cristiana. Pero eso lo le impidió a Saeed hacer grandes amigos musulmances. Sin embargo, era un momento muy particular para su pueblo, pues cada vez era más notorio el surgimiento de grupos extremistas que sólo buscaban dividirlos.

"De repente el miedo llegó a nuestro pueblo. Comenzamos a sentirnos realmente inseguros. Era una situación de terror".

Con el apoyo de su familia, Saeed tomó sus maletas y viajó a la cosmolita Damasco con el supuesto fin de estudiar Leyes, aunque en verdad su plan sería enrolarse en el Instituto Superior de Danza y Arte Dramático.

El arte, la belleza y sobretodo la danza se convirtieron en la razón de ser de Saeed,

No queriendo engañar más a su familia decidiría contarles la verdad, recibiendo nuevamente su comprensión y su bendición. La intolerancia religiosa y los aires de guerra seguían aumentando por todo el país, por lo que estos lo ayudarían a escapar hasta el Líbano. Allí descubriría finalmente ese concepto de Libertad que tanto buscaba en el arte. combinando diferentes perspectivas culturales y buscando compartir ideas y puntos de vista interculturales para poder crear una nueva pieza de danza orgánica.

"En la búsqueda continua de un nuevo lenguaje corporal y una nueva forma de mover el cuerpo humano, lo esencial es el poder, el dinamismo, el espíritu y la mente. Al escuchar el ritmo externo e interno de nuestros cuerpos y vidas, podemos encender el escenario".

Mientras tanto, la guerra finalmente hacía explosión en su amada Siria.

Saeed llegaría entonces como refugiado a Italia y posteriormente se radicaría en Alemania, país que lo recibiría con los brazos abiertos y se convertiría en su nuevo hogar.

"Alemania era mi meta. Y no me decepcionó. Este país me lo ha dado todo: mi casa,unos amigos que son mi familia, mi compañía de danza, y la posibilidad de vivir bien haciendo lo que me gusta".

(Foto original: Hannah Ma)

Con la libertad como 'leit motiv', Saeed sueña ahora con convertir su compañía Hane Dance en un hogar para artistas de diferentes partes del mundo, una forma de retribuir al Universo por todo lo que éste le ha dado.

"El primer proyecto fue "ONE NIGHT STAND" con bailarines de Siria, Bélgica, Portugal y Brasil, el cual fue posible gracias a la producción de menschMitmensch, mis "ángeles guardianes" en el escenario. En este momento estamos en el comienzo de la fase de planificación para nuestro segundo proyecto "DEM MENSCHEN EIN WOLF". Más allá de eso, nuestro objetivo es convertirnos en un hogar para artistas creativos internacionales de todo tipo, no solo para organizar un espectáculo, sino para luchar contra la inhumanidad y la superficialidad".

(Créditos de las Fotografías en cada una de las imágenes)

Hoy, lastimablemente, queda muy poco de aquél país donde Saeed nació y creció, pero su hermosa sonrisa, su enérgico cuerpo, su espíritu indomable y su amabilidad y ternura infinitas se han convertido en el mejor embajador del mismo. Aquélla tierra vibrará siempre en cada escenario donde Saeed baile. Él es el Príncipe de Siria.

(Photo: Joao Braz)

 
 
 

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